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viernes, 12 de septiembre de 2014

La Inseguridad y la Nueva Gendarmería.

Editorial de Alejandro Zapata Perogordo

La Inseguridad y la Nueva Gendarmería.

Después de algunos meses de haberse realizado el compromiso, ¡por fin!, se da el banderazo de salida a la recién creada "Gendarmería Nacional", institución policial que adquiere su nombre de otras corporaciones que se encuentran en Francia, Colombia y Chile.

Todos estamos conscientes que la inseguridad en el país es uno de los grandes pendientes, ya no solo por el azote de la delincuencia organizada y la violencia padecida en los últimos años, que si bien nos informan que los índices delictivos han bajado, en la realidad seguimos percibiéndola y, el problema principal se ubica en el permanente temor que nos invade a la mayoría de las personas, como diría don Artemio del Valle Arizpe (escritor y cronista de la Ciudad de México), con esa extraña mezcla de ingenuidad y desconfianza, esperando a ver cuándo nos toca.

Me tocó conocer la Gendarmería en Francia, compuesto de personas cuyo ingreso a esa institución les resulta un gran honor, en palabras nuestras, traen bien puesta la camiseta, para muchos, es inclusive una tradición familiar equiparable a un alto sentido de la responsabilidad, privilegio compensado por la admiración y respeto de sus coterráneos. Se trata de un órgano centenario donde impera la disciplina, el valor, la honestidad y, sin duda, alguna la eficacia, en otras palabras son confiables en todos sentidos, alejados de la corrupción, de las tentaciones y del tráfico de influencias, cumplen su misión de prestar un servicio a la sociedad.

Me parece bien la idea de procurar formar en México una policía similar, sin embargo, aún nos encontramos a distancia de ello. De entrada se concibe como un ente auxiliar de otras corporaciones que se encuentran infiltradas, descompuestas y desprestigiadas, se colocan las manzanas buenas al lado de las podridas. El deterioro de los cuerpos de seguridad en México es evidente y por ende, es la columna vertebral del problema.

De ahí provienen las acciones encaminadas a tener una adecuada selección, reclutamiento, capacitación y proyecto de vida a quienes las conforman, sin embargo, se ha fracasado. Después surge la propuesta del "mando único", con resistencias de los gobernadores, por ese motivo, solamente se ha aplicado con resultados similares en los Estados, dejando a los Municipios sin policías.

El asunto sigue dando de qué hablar, vemos a diario extorsiones, desmesurada corrupción, averiguaciones mal integradas, delincuentes que son solapados y dejados en libertad, inocentes en prisión y una sociedad en el desamparo.

Como diría el escritor don José Fuentes Mares, parafraseando a Protágoras de Abdera: "El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en tanto son y de las que no son en tanto que no son", utilizada la frase como broma, así nos encontramos, con otra Policía más, con la única esperanza de que esta en realidad si funcione.

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